Para eso me mentalicé y en consecuencia me lo tomé con calma, partiendo a las 9:30 y con muchas paradas en el camino. En una de esas paradas, me encuentro con Tormenta Zurbriggen, un chico argentino que viajaba en bicicleta rumbo a Melo. Tuvimos una charla de unos cuantos minutos, con intercambio de información, experiencias y espectativas.
Tranquilamente reinicié la marcha. Me sentía bien. Más adelante me cruza un ciclista de verdad y me grita "a la vuelta nos vemos". Era Andrés, que más tarde, habiendo ya llegado a mi pretendido destino, se reunió conmigo en la estación de servicios.
Me dijo que era de Rivera y hacia allí volvía. Me convidó para ir juntos. 40 km más, con viento cruzado, habiendo recorrido 70 km ya y tratando de seguirle el ritmo a un ciclista con una bicicleta 5 veces más liviana que la mía ...... Tenía que pensarlo bien. Pero una de mis características es que soy muy dinámico. Hice contacto con Bruno, mi anfitrión en Rivera y me dijo que me esperaría. Accedí y salimos a pedalear junto a Andrés. Gran paciencia la de este amigo. Por 20 km siguió mi lento (para él) pedaleo entre importantes cuestas y bajadas. Al final yo empezada a sentir el esfuerzo y además no llevaba apuro pues Bruno no llegaría hasta después de las 19 a su casa. Sugerí a Andrés que se adelantara, ya había hecho suficiente. Los últimos 20 km me los tomé con mucha calma, entre otras cosa porque ya estaba un poco cansado y sabía que las mayores cuestas estaban justamente en ese tramo.
Pero las sorpresas gratas no había terminado! Faltando unos pocos kilómetros, Juan, otro ciclista riverense, que venía de frente, dio vuelta para presentarse y acompañarme hasta la ciudad de Rivera.
En el camino me contó la muy bonita y aleccionadora de su vida en pocas palabras. Historia que le pedí que desarrollara para incluir en mi página "Pedaleando y aprendiendo", por ser una historia motivadora.
Ya en casa de Bruno, la pasé genial, pues estaba rodeado de amigos y he descubierto el porqué: es un tipo "bárbaro".
Segundo día en Rivera. Temprano me puse a pasear por la ciudad. Llovía de a ratos. En uno de esos momentos en que me encontraba debajo de un toldo esperando a que parara, se me acerca "El Serrano" Nelson Delgado, invitándome a una entrevista para Radio Rivera. Y luego nos pusimos a hablar y me llevó al taller Maferrbikes. Allí Mariano, Jaque y Roberto, me facilitaron todas la cosas. Roberto me consiguió un contacto en Quaraí y Mariano el alojamiento en el estadio. No tengo palabras para agradecer lo que han hecho por mi.
De cualquier manera, yo me seguí "moviendo" y conseguí una entrevista con Freddy Silva, otro periodista.
Entre ruta y vueltas en la ciudad, mi computadora marcaba 129 km, de los cuales 112 los hice ayer en la ruta.
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