jueves, 8 de octubre de 2015

12 SÂO BORJA

Llovía en Itaquí a la hora de partir. Hube de esperar hasta las 10 para que parara y poder salir. Mientras tanto me dediqué a escribir y a charlar con Carlos García, uno de mis bomberos anfitriones que me invitó a un café y preguntó bastante por mi aventura. Muy agradable. 
A las 10 y sabiendo que me esperaba una etapa "corta" de sólo 90 km, partí tranquilamente. Ya en la carretera me recibió un fuerte viento de derecha que me indicaba que no sería fácil. 
En realidad fue más dura de lo que esperaba, pero ya tengo experiencia y disfruto más que me quejo. 

Así, me pasé el día tomando fotos de la multitud de flores que jalonaban el camino y recogí y comí cuanta fruta encontré. 

Al final, llegué a Sao Borja y fui directo a la dirección del Couch que me esperaba. 
Era la Mansión Pandora, una residencia de estudiantes y quienes me invitaron fueron Jorge y Marcos. 

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