miércoles, 11 de noviembre de 2015

18 PUERTO ESPERANZA

Hoy me esperaba una etapa corta, de 55 km y por eso decidí que quería llegar a mediodía. Temprano abandoné la casa de mis anfitriones en Eldorado y arranqué con muchos bríos hacia Esperanza.
Pero ninguna etapa es fácil, como ya lo he aprendido y a los pocos kilómetros de viaje empezó a llover. Esperé a que parara y luego continué. Lamentablemente no por mucho tiempo pues faltando 20 km para llegar me agarro la lluvia de nuevo. 
Menos mal que estaba frente a una caseta de madera en la que pude guarecerme y hasta desplegué mi colchoneta y dormí hasta que por fin dejó de llover. 
Reemprendí la marcha y llegué a destino a la hora 15:30. Puerto Esperanza dormía su siesta. No fue hasta media hora más tarde cuando llamé por teléfono a mi anfitrión, Alan Rodríguez, y unos minutos más tarde ya estaba en su casa. 
El mismo Alan me presentaría luego a la que sería mi anfitriona por los siguientes días y La Granja de la Abuela sería mi hogar en la prolongada pausa que haría en Puerto Esperanza. 


viernes, 6 de noviembre de 2015

17 ELDORADO

ELDORADO

A dos meses del comienzo de esta aventura y luego de 17 días de estar disfrutando de Puerto Rico, al fin reanudé la marcha hacia el norte. 
La sensación de estar pedaleando nuevamente, moviendo el peso de mi bicicleta por las duras cuestas de la ruta 12, hace que me sienta muy bien, muy motivado. 
La carretera es bastante amable para transitar y el tiempo acompaña. 
Los paisajes a un lado y otro de la ruta son agradables con abundante vegetación.
Al pasar por Montecarlo, me metí al pueblo a visitar un orquidiario. Allí aprendí algo más sobre plantas e hice buenas fotografías de las flores. 
Luego de 78 km recorridos, llegué a Eldorado, un pueblo muy pintoresco. Tuve que esperar a mi anfitrión, Sugar, que llegó un rato después y me acompañó hasta su casa, donde quedé instalado y descansando (91 km total). Más tarde llegaron a cenar dos viejos conocidos que están el la ciudad por estos días: Nahuel y Santi. 

jueves, 29 de octubre de 2015

TACURUZÚ, TABAY, CAPIOVI

El sábado pasado fuimos con Matías, amigo de mi anfitrión en Puerto Rico, a una chacra de otro amigo de la familia, Oscar. En principio era conocer su cabaña al lado del río, pero una vez allí, nos enteramos que había un salto de agua en un afluente del Paraná, el Tacuruzú, a sólo dos km de la casa.
Hasta allí fuimos en kayak y luego por fuera, caminando. Valió la pena. En bicicleta recorrimos apenas 13 km ida y vuelta, pero puedo presumir de visita a otro salto de los muchos que he visitado en Misiones. 
Hoy miércoles 28 de octubre, aprovechando el día soleado, me inventé una excursión a unos saltos de agua cercanos. Esta vez pude llegar por carretera asfaltada, la ruta 12 y un par de kilómetros de desvío hasta el salto del Tabay, cerca de Jardín América. Es un salto de poca altura, pero de muy buen caudal. 
Ya de regreso, paré en el Salto de Capiovi, por el cual ya había pasado, pero no entrado debido a que hay que pagar. Esta vez lo hice y saqué las mejores fotos de un salto que no me pareció especialmente espectacular.
El total de distancia recorrido el día de hoy fue de 82 km, pero una ruta de las más exigentes que he afrontado a lo largo de este desafío.

miércoles, 21 de octubre de 2015

16 PUERTO RICO

En esta etapa, aunque corta, 55 kilómetros solamente, me sucedió de todo.
Un comienzo que se presentaba muy auspicioso, no lo fue tanto. Si bien la carretera fue en descenso por muchos kilómetros como ya me habían dicho, el paisaje que creí más espectacular por lo que se comentaba, no lo fue tanto y a los paisajes predominantemente verdes, se le unía el gris del cielo haciendo una circunstancia poco propicia para las fotos que me gustan hacer. 
Pero al llegar a los 22 km y girar por la ruta provincial 223, todo cambió como por arte de magia. La carretera se presentó mejor pavimentada, brilló el sol y aparecieron las primeras flores.
Cuando llegué al arroyo Cuña Pirú y entré al camping, la conjunción de cascada, flores, frutas silvestres y mariposas, colmaron mis espectativas más allá de lo esperado.
No muy lejos encontré el pueblo de Ruiz de Montoya. Me emcantó por su colorido  y tranquilidad.
Más adelante el Salto de Capiovi, al que vi desde lejos y finalmente llegué a destino, con una sonrisa en el alma por tanta cosa bella que había fotografiado.


martes, 20 de octubre de 2015

SOKALSKI, BERRONDO, SAK

Ya instalado en casa de Carla y Gabriel en Oberá, hice un par de salidas cortas a visitar los saltos de agua cercanos. 
El martes, junto a mis anfitriones visitamos cascada Sokalski. Fueron 36 kilómetros el total de recorrido, pero casi todo por camino de tierra que en muchas partes se volvía barro, con innumerables pozos y repechos muy exigentes. La recompensa de apreciar la maravilla de esa cascada y el entorno, hizo olvidar todo sacrificio. Una aventura completa!
Este jueves 15, salí solo a visitar el salto de agua cercano llamado Berrondo. 8 kilómetros por carretera y ya estaba en el lugar. Muy interesante el salto, dio para hacer abundantes fotos, pero no para agotar mi energía, por lo que decidí ir a otra cascada cercana a la que habíamos visitado el martes.
Para eso tuve que pasar por gran parte del camino de tierra que hicimos el otro día y aún 6 kilómetros más. Fue difícil encontrar la cascada Sak, pues iba solo y a pesar de los carteles me pasé en uno que no se leía bien y terminé haciendo como 3 kilómetros de más, entre bicicleta y un tramo largo a pie por estrechas picadas que no me condujeron a la cascada. Al fin cuando volvía, es que pude leer bien el cartel y finalmente llegué a la famosa cascada antes de que se pusiera el sol. Por suerte, la cascada es muy bonita y mereció la pena el sacrificio. 
En total el paseo fue de 57 kilómetros de los cuales, 45 por rústicos caminos de piedra y tierra colorada. Otra aventura completa y satisfacción por los resultados.

15 ARISTÓBULO

Abandoné por fin Oberá y me dispuse a hacer una etapa corta. 
Teniendo en cuenta esto último y aunque todavía no tengo resuelto donde voy a pernoctar, decido hacer unos kilómetros más y visitar un cascada que queda de camino. Bueno, de camino es un decir porque tuve que salirme de la ruta 8 km (y 8 de vuelta) por un camino de tierra y piedra, con subidas exigentes y con la bicicleta cargada. 
Como casi siempre, el espectáculo valió la pena. La cascada Teodoro Cuenca es muy interesante. 
Regreso a la carretera y el viento, antes favorable se hace más intenso y virando hacia donde me dirijo. Llegué por fin a Aristóbulo y me puse a buscar alojamiento. No tuve éxito con el contacto que tenía, pues no lo hallé. Tampoco un camping del que me habían hablado.
Como aún era temprano decidí ir al Salto Encantado, distante 9 km y como no pude entrar porque es un parque y ya había cerrado, me volví sin verlo. 
De vuelta en Aristobulo, enderecé, para bomberos, donde ya había hablado y entonces confirmé y me quedé allí a pasar la noche. 
La etapa "corta", al final se transformó en una dura etapa de 105 km, con caminos en mal estado, ruta con durísimos repechos y por momentos viento fuerte en contra. Terminé cansado, pero el saldo fue igualmente favorable.

jueves, 15 de octubre de 2015

14 OBERÁ


A consecuencia de las circunstancias climatológicas de la víspera, empecé esta jornada 40 km antes de lo previsto, por lo que tuve que echar mano de toda una planificación y mentalización extra. 
La etapa que sabía iba a emprender, tenía 123 km y la parte final endurecida por un relieve con muchas cuestas. Como agregado, el factor tiempo atmosférico. 
Ni que hablar que había que madrugar. A las 6 ya estaba en pie y enterado de que todavía persistía una llovizna, me preparé para hacerle frente a posibles precipitaciones más fuertes. 
Bien pertrechado partí minutos después de las 7. Fui avanzando y la lluvia amenazante, pero por suerte no pasó de una llovizna, en gran parte del recorrido. El viento no tuvo incidencia, ni tampoco la temperatura que no fue muy elevada, pero tampoco hizo tanto frío. 
La carretera buena y cuando entré en la provincia de Misiones, se tornó magnífica. También el paisaje cambió y una vegetación semi selvática, como a mi me gusta, me acompañaron el tramo final. Las cuestas fueron duras, pero al final superé todas con margen de fuerzas.
A las 4 de la tarde ya estaba parado frente a la casa de mis anfitriones. 
Carla y Marcos Gabriel me recibieron de la mejor manera y enseguida se estableció una buena conversación, con buena energía positiva. 
Terminé mi día compartiendo una exquisita y muy sana cena que prepararon mis anfitriones, regada con buen vino. Broche de oro para una jornada redonda. 


sábado, 10 de octubre de 2015

13 VIRASORO

Anoche me despedía de mis anfitriones porque sabía que saldría antes que se levantaran.
Efectivamente, a las 7 ya andaba en vueltas para partir. No llovía.
Antes de llegar al puente, ya tuve la primera sorpresa grata. Unas chicas que me adelantaron en auto, se detuvieron y me pararon para interesarse por mi aventura. 
Les comenté en pocas palabras mi historia y se sorprendieron. Les pedí hacerles una foto y gentilmente accedieron. Mi desearon suerte, se pusieron a las órdenes y nos despedimos. 
Aún antes de ingresar al puente, otro chico, argentino, se ofreció a escoltarme para cruzar el puente sin riesgos porque no hay banquina y los camiones son peligrosos. Acepté.
La otra sorpresa al entrar en suelo argentino fue la perfección de la ruta 14 y el viento favorable. De esa manera, al mediodía ya había recorrido 70 km y me detuve en una parada a almorzar. Empezó a llover y no paró más. Allí me quedé hasta las 6 de la tarde cuando un Sr argentino se ofreció a llevarme en su camioneta hasta Gobernsdor Virasoro, distante sólo 12 km. No quedaba alternativa. Subí. 
Ya en Virasoro, busqué el cuartel de bomberos y pedí quedarme, circunstancia que fue posible gracias al jefe, don Santos. Agradecido.


jueves, 8 de octubre de 2015

12 SÂO BORJA

Llovía en Itaquí a la hora de partir. Hube de esperar hasta las 10 para que parara y poder salir. Mientras tanto me dediqué a escribir y a charlar con Carlos García, uno de mis bomberos anfitriones que me invitó a un café y preguntó bastante por mi aventura. Muy agradable. 
A las 10 y sabiendo que me esperaba una etapa "corta" de sólo 90 km, partí tranquilamente. Ya en la carretera me recibió un fuerte viento de derecha que me indicaba que no sería fácil. 
En realidad fue más dura de lo que esperaba, pero ya tengo experiencia y disfruto más que me quejo. 

Así, me pasé el día tomando fotos de la multitud de flores que jalonaban el camino y recogí y comí cuanta fruta encontré. 

Al final, llegué a Sao Borja y fui directo a la dirección del Couch que me esperaba. 
Era la Mansión Pandora, una residencia de estudiantes y quienes me invitaron fueron Jorge y Marcos. 

miércoles, 7 de octubre de 2015

11 ITAQUÍ

Temprano abandoné Uruguaiana. La temperatura a esa hora ya era muy buena. 
A los 17 km de la partida se cumplirían mis primeros 1000 km en esta aventura. 
Luego fui pedaleando por una ruta muy transitada por camiones, peligrosa y por largos tramos aburrida, por ser llana y recta, desprovista de atractivos. 
Más o menos a la mitad de camino crucé un bonito lago "Barragem Sanchuri" y más adelante el río Ibicuí, con un curioso puente de un solo carril y una extensión de 1317 m. 
La temperatura ascendió a 33 grados, pero la brisa de cara hacia muy agradable avanzar. 
A las 5 de la tarde llegué a Itatí e inmediatamente me puse a buscar alojamiento, que finalmente encontré en el cuartel de bomberos de la ciudad. Fui muy bien recibido. El personal todo muy gentil, en especial Alan, que me enseñó las instalaciones y me facilitó la clave para usar internet. 
Pude ducharme, cocinar y descansar. 
Pronto para afrontar la siguiente etapa!

lunes, 5 de octubre de 2015

10 URUGUAIANA

7:21 de la mañana, hora de Brasil, reingresé a territorio brasileño y esta vez dejando definitivamente suelo uruguayo, me dirigí a Uruguaiana. 
El sol brillando hermoso me dio la bienvenida y pronto me hizo olvidar los 5 grados escasos que hacían cuando partí. 
Otros ciento y tantos kilómetros me esperaban. 
Esta vez tuve buenos aliados; el sol brillando, el viento favorable y la carretera en buen estado, me llevaron rápidamente a destino.
25 km antes de la meta fijada, Marcos Feltrin Scher y un amigo me alcanzaron para llevarme hasta el final. Un bonito detalle y una demostración de la solidaridad brasileña, fueron el dulce cierre de esta larga etapa de 129 kilómetros que me pareció un paseo.
Luego, nos dirigimos con Marcos hasta su casa donde me alojaría, como habíamos acordado, pues él es el Warmshower que había contactado en esta ciudad.





sábado, 3 de octubre de 2015

9 ARTIGAS

Frío y gris empezó el día. Desde mi hospedaje en el estadio municipal y luego de hacer trámites migratorios, crucé la famosa calle que hace frontera y entré a Brasil por Santa Ana do Libramento.

Vuelta con los trámites de ingreso y a pedalear, me esperaba una larga etapa. La carretera con poca dificultad y el viento casi nulo. Lo único que no se avino a esta primera etapa por Brasil, fue el sol que no se dejó ver ni por un momento y sin calentar el frío aire que se mantuvo en 12 a 14 grados. 

Luego de 114 largos kilómetros llegué a Quaraí, pero allí no acababa la etapa. Aún me quedaba pasar a Artigas a ubicar una persona que me facilitaría el alojamiento. 

Se hizo complicado, pues el teléfono que me habían dado en Rivera era falso y me tocó preguntar hasta llegar al Sr. Agüero, que es el presidente de la Confederación del Norte de ciclismo, a quien finalmente hallé en una carrera. Hable con él y de forma espontánea y generosa se ofreció a pagarme una habitación en un hotel.

Así qué tome un merecido descanso luego de mover mi pesada bicicleta por 130 km sumadas las vueltas que tuve que dar en Artigas. 

Gracias a la solidaridad de otro ciclista, puedo decir que el cierre de mi primer mes en la ruta, fue un éxito. 

viernes, 2 de octubre de 2015

8 RIVERA

Cuando partí de Tacuarembó tenía muy claro cuál iba a ser mi destino para esa etapa; la estación de servicios que hay en el empalme con la ruta 30. Una etapa de 70 km. Cómoda y adecuada distancia, teniendo en cuenta que sabía de antemano, que soportaría viento cruzado y bastante intenso.
Para eso me mentalicé y en consecuencia me lo tomé con calma, partiendo a las 9:30 y con muchas paradas en el camino. En una de esas paradas, me encuentro con Tormenta Zurbriggen, un chico argentino que viajaba en bicicleta rumbo a Melo.
Tuvimos una charla de unos cuantos minutos, con intercambio de información, experiencias y espectativas. 
Tranquilamente reinicié la marcha. Me sentía bien. Más adelante me cruza un ciclista de verdad y me grita "a la vuelta nos vemos". Era Andrés, que más tarde, habiendo ya llegado a mi pretendido destino, se reunió conmigo en la estación de servicios.
Me dijo que era de Rivera y hacia allí volvía. Me convidó para ir juntos. 40 km más, con viento cruzado, habiendo recorrido 70 km ya y tratando de seguirle el ritmo a un ciclista con una bicicleta 5 veces más liviana que la mía ...... Tenía que pensarlo bien. Pero una de mis características es que soy muy dinámico. Hice contacto con Bruno, mi anfitrión en Rivera y me dijo que me esperaría. Accedí y salimos a pedalear junto a Andrés. Gran paciencia la de este amigo. Por 20 km siguió mi lento (para él) pedaleo entre importantes cuestas y bajadas. Al final yo empezada a sentir el esfuerzo y además no llevaba apuro pues Bruno no llegaría hasta después de las 19 a su casa. Sugerí a Andrés que se adelantara, ya había hecho suficiente. Los últimos 20 km me los tomé con mucha calma, entre otras cosa porque ya estaba un poco cansado y sabía que las mayores cuestas estaban justamente en ese tramo. 
Pero las sorpresas gratas no había terminado! Faltando unos pocos kilómetros, Juan, otro ciclista riverense, que venía de frente, dio vuelta para presentarse y acompañarme hasta la ciudad de Rivera. 
En el camino me contó la muy bonita y aleccionadora de su vida en pocas palabras. Historia que le pedí que desarrollara para incluir en mi página "Pedaleando y aprendiendo", por ser una historia motivadora. 
Ya en casa de Bruno, la pasé genial, pues estaba rodeado de amigos y he descubierto el porqué: es un tipo "bárbaro".

Segundo día en Rivera. Temprano me puse a pasear por la ciudad. Llovía de a ratos. En uno de esos momentos en que me encontraba debajo de un toldo esperando a que parara, se me acerca "El Serrano" Nelson Delgado, invitándome a una entrevista para Radio Rivera. Y luego nos pusimos a hablar y me llevó al taller Maferrbikes. Allí Mariano, Jaque y Roberto, me facilitaron todas la cosas. Roberto me consiguió un contacto en Quaraí y Mariano el alojamiento en el estadio. No tengo palabras para agradecer lo que han hecho por mi. 
De cualquier manera, yo me seguí "moviendo" y conseguí una entrevista con Freddy Silva, otro periodista. 
Entre ruta y vueltas en la ciudad, mi computadora marcaba 129 km, de los cuales 112 los hice ayer en la ruta.

miércoles, 30 de septiembre de 2015

7 TACUAREMBÓ

Amanece con cielo muy gris y la probabilidad de lluvia me hace moverme temprano. Aunque no faltó un rato para hacer un fueguito en el primer arroyo y asarme unos boniatos que tenía reservados. 
De ahí en más, estómago lleno y corazón contento, hasta Tacuarembó no paré. Aunque siempre por el camino hay cosas interesantes, como el Gardel (que ya no está)
o el Batoví, que ya lo ví!
Los últimos kilómetros los hice bajo una suave lluvia. Luego, ya en Tacuarembó, pasada la lluvia y mientras esperaba a mi anfitrión que llegaba desde Montevideo, recorrí la ciudad. Hice casi 60 km.
Finalmente llegó mi amigo el Flecha.