domingo, 25 de mayo de 2014

BOLIVIA, REFLEXIÓN FINAL

Nos despedimos de este país con buenas sensaciones. En cuanto a geografía, la región sur se lleva las palmas por su vegetación y la espectacularidad de su relieve. La zona del altiplano es menos vistosa y como en general fuimos castigados por un constante viento en contra, la nota baja bastante. Por último, destacar bellos paisajes como el salar de Uyuni, el lago artificial cerca de Challapata, el puente sobre Quebrada Honda, la zona de Villa Abecia y la ciudad de Oruro. 
Las rutas son muy buenas y los servicios bastante aceptables.
La gastronomía, variada y diferente. Probamos sopa de maní, de cawi, de chairo, de pata y lagua. Fricasé, timpu, charquekan, saise, ranga, papa lisa, ají de fideo, empanadas, rellenitos, puka y bebimos wilkapari, tojorí, api, pito de cañagüi, quinua, linaza y lima. De postre, la exhuberante copa de yogur y frutas y el pan es variado en sus formas y sabores, pero siempre gustoso.
En cuanto a su gente, tenemos que reconocer que han sido correctos y educados, dueños de mucha humildad y respeto. En general, un pueblo agradable y solidario.

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