Empezamos la etapa con el dulce. Los primeros 20 km hasta Patacamaya fueron en suave bajada y sin viento. A partir de ahí la constante en estas últimas etapas: el viento fuerte, frontal y helado. Aunque hoy fue desproporcionadamente fuerte, tanto es así que teníamos que usar las transmisiones más pequeñas para poder avanzar. Cuando llegamos al pueblo de El Tolar, hicimos un alto para comer y comenzó a llover. Por suerte paró enseguida, lo que nos permitió llegar a Calamarca donde tuvimos que finalizar la etapa debido al frío y la tormenta amenazante. Hicimos 67 km y nos quedamos en un refugio de la parroquia, gracias a Don Pancho.
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