miércoles, 30 de septiembre de 2015

6 CURTINA

Temprano partí a sabiendas que la etapa era larga y el camino exigente. Antes de dejar Paso de los Toros pasé por el taller de Hugo Viñas, para despedirme. Hugo es el tipo de personas que uno siempre quiere tener como referente y en este caso, esta experiencia en la ciudad quedará grabada en mi mente por la hospitalidad de este señor.
El camino, como decía fue duro, tanto por la baja temperatura, el viento cruzado, las duras cuestas (zona de molinos) y la propia distancia: 87 km. Pero iba mentalizado y la superé con mucha entereza. 
Llegado a destino, mi primera preocupación fue conseguir dónde quedarme. 
En la comisaría, el sargento Peralta fue muy amable y me permitió armar la carpa en la trasera del terreno.
Más tarde, cuando nos enteramos que llovería esa noche, me sugirió que me trasladara a un camión que estaba enfrente. Así lo hice y por primera vez, mi dormitorio fue un camión Mercedes Benz!
Singularidades de una aventura completa!


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