A
17 meses exactos del comienzo del viaje a Ecuador, nuevamente me
estoy poniendo en movimiento para realizar otro proyecto pedaleando
sobre mi bici. Se trata del “Proyecto Salvador”, un desafío
bastante diferente con respecto a la aventura hasta Ecuador.
Hace
20 años, en mi primer gran viaje en bicicleta, mi amigo José
Aguirre y yo cruzamos Los Andes para llegar a Santiago de Chile. En
aquella oportunidad, nos planteamos como desafío, además de la
distancia inédita para nosotros, el agregado de cruzar la
cordillera, ascendiendo a alturas jamás transitadas por nuestras
bicicletas hasta ese momento.
En
diciembre de 1995 emprendimos el segundo viaje; esta vez hasta
Asunción del Paraguay y teniendo como desafío superar distancias
aún mayores que la primera vez y soportar las elevadas temperaturas
por esas rutas en esa época del año. 1535 kilómetros recorrimos
con mi amigo José en tan solo 9 días. Habíamos cumplido el
objetivo y ya estábamos pensando en hacer otro viaje aún más
atrevido: a Ecuador.
Por
circunstancias de la vida, ese viaje se vio postergado hasta 19 años
más tarde. Recién el año pasado estuvimos en condiciones de
afrontar ese gran desafío de recorrer más de 6000 km montando
nuestras bicicletas. Algunas cosas habían cambiado. En esta
oportunidad, nuestras bicicletas fueron de tipo todo terreno y no de
carretera como las dos veces anteriores. También nuestro modo de
viajar fue diferente, pues tratamos de hacerlo lo más autónomos
posible. Para ello cargamos dos juegos alforjas, una carpa, sacos de
dormir, ropa y alimentos.
Hoy,
el destino elegido es Salvador de Bahía. Este viaje, como decía al
comienzo, tiene varias diferencias con los anteriores. En primer
lugar, José Aguirre ya no será mi acompañante. En su lugar,
viajaré con Camilo y Nahuel, dos chicos que ya empezaron su ruta
desde Neuquén, Argentina.
Si
bien viajaré en “Rechinante”, mi bicicleta de montaña, con
alforjas y toda la carga de autonomía, esta vez utilizaremos en la
medida de lo posible, la red de Warmshowers (red de acogida para
ciclistas) para hacer nuestro alojamiento más barato.
Otra
diferencia es que nos proponemos ir generando ingresos por el camino,
ya sea trabajando a vendiendo algo, de manera de gastar lo menos
posible de nuestros ahorros. Nuestra intención es que este viaje se
pague con lo producido en el camino.
Nahuel
es peluquero profesional e irá haciendo cortes de pelo en su
peluquería móvil (un carrito adaptado a tal fin que lleva
enganchado a su bicicleta).
Camilo es profesor de educación física y practicante de capoeira y yo me defiendo el lo que sea, ya sea fabricando muebles a partir de madera reciclada o te construyo una casa.
Otro
objetivo no menos importante es que estamos incursionando en un tipo
de alimentación sana, basada en alimentos vivos, mucho vegetal y
frutas. Queremos demostrar que es posible resistir la exigencia de
esta prueba con una alimentación que prescinda de la carne, leche y
harinas y sus derivados.
Por
último, y como objetivo más elevado, el anhelo de contagiar a mucha
gente para que se anime a realizar algún viaje similar al que
estamos emprendiendo, como forma de ejercer la libertad, combinando ejercicio y dieta sana para cuidar nuestra salud y a su vez conocer las maravillas del mundo y darlas a conocer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario