miércoles, 30 de septiembre de 2015

7 TACUAREMBÓ

Amanece con cielo muy gris y la probabilidad de lluvia me hace moverme temprano. Aunque no faltó un rato para hacer un fueguito en el primer arroyo y asarme unos boniatos que tenía reservados. 
De ahí en más, estómago lleno y corazón contento, hasta Tacuarembó no paré. Aunque siempre por el camino hay cosas interesantes, como el Gardel (que ya no está)
o el Batoví, que ya lo ví!
Los últimos kilómetros los hice bajo una suave lluvia. Luego, ya en Tacuarembó, pasada la lluvia y mientras esperaba a mi anfitrión que llegaba desde Montevideo, recorrí la ciudad. Hice casi 60 km.
Finalmente llegó mi amigo el Flecha.



6 CURTINA

Temprano partí a sabiendas que la etapa era larga y el camino exigente. Antes de dejar Paso de los Toros pasé por el taller de Hugo Viñas, para despedirme. Hugo es el tipo de personas que uno siempre quiere tener como referente y en este caso, esta experiencia en la ciudad quedará grabada en mi mente por la hospitalidad de este señor.
El camino, como decía fue duro, tanto por la baja temperatura, el viento cruzado, las duras cuestas (zona de molinos) y la propia distancia: 87 km. Pero iba mentalizado y la superé con mucha entereza. 
Llegado a destino, mi primera preocupación fue conseguir dónde quedarme. 
En la comisaría, el sargento Peralta fue muy amable y me permitió armar la carpa en la trasera del terreno.
Más tarde, cuando nos enteramos que llovería esa noche, me sugirió que me trasladara a un camión que estaba enfrente. Así lo hice y por primera vez, mi dormitorio fue un camión Mercedes Benz!
Singularidades de una aventura completa!


martes, 29 de septiembre de 2015

5 PASO DE LOS TOROS

Para empezar el día, tuve una grata sorpresa. Cuando fui a entregar la llaves de la casa donde habité los últimos días, conocí a Héctor Suárez. Una persona muy interesante y espontánea. Enseguida se interesó por mi aventura y me regaló dos camisetas del club de ciclismo que integra: Los Tortugones. 
Me despedí de Durazno, ciudad en la que permanecí por dos semanas y me dirigí a Paso de los Toros. Una distancia razonable, al final fueron 68 km, que recorrí sin percances. En la ruta me adelantaron tres chicos en un Citroen blanco, que se detuvieron y curiosos me preguntaron sobre mi destino y demás. Estuvimos un rato conversando y me pidieron hacerse fotos conmigo. 
Ya en Paso de los Toros, me dirigí a casa de Hugo Viñas, quien ya me esperaba para ubicarme en una casa de AFE. Llegaba justo el día que Hugo cumplía años, el sábado 26 de septiembre

Rincón del Bonete. 
Este domingo y gracias a que Hugo me deja quedarme un día más, decido entonces visitar la represa Gabriel Terra. Eso hice, me gustó e hice muchas fotos. 

Con este paseo corto, completé 100 km en Paso de los Toros y conocí una de las mejores personas, por su gran corazón y hospitalidad: Hugo Viñas. 

Satisfecho

lunes, 14 de septiembre de 2015

4 DURAZNO

En viaje que inicialmente tenía pensado hacer hacia Mercedes, rápidamente cambió su curso, como el viento. Es la suerte de andar sin un rumbo muy definido y con toda libertad. 
Respondiendo a una invitación que me hizo mi amigo José, de visitar Cascadas de Laureles en Tacuarembó y aprovechando  el viento favorable, hacia allí me dirijo. La primer parada intermedia será Durazno.
El tramo que une Cardona con Trinidad está en muy mal estado por el permanente paso de los camiones, pero el viento favorable atenuó esta dificultad.
El disfrute total vino en la ruta 14 que llega a Durazno. Una excelente carretera con amplia banquina y un terreno con pocas dificultades y el viento a favor!
Éxito total para recorrer los 100 km de la etapa, totalmente llevaderos para mis castigadas piernas. 

sábado, 12 de septiembre de 2015

3 CARDONA

Debido a que mi anfitrión tiene que viajar, tuve que preparar mi partida temprano a la mañana. 
Luego del desayuno y compartir buena charla y buen queso con miel, cargué mis cosas y me dispuse a partir. Mi anfitrión Nicolás Celio fue muy amable y me obsequió un gran trozo de queso, factura de la casa, y un bollón de miel. 
La jornada no se presentaba muy auspiciosa, pues a la hora de la partida la temperatura marcaba 4 grados con una sensación térmica de menos 1. Además el viento cruzado del oeste a 26 km/h y el camino de tierra durante 42 km. El último tramo de bitumen, pero el viento totalmente en contra.
Para colmo de males, la rueda delantera de mi bici estaba pinchada. Pero la inflé y aguantó unos kilómetros, pero al final tuve que reparar.
Pero había que ponerse en marcha y así lo hice. Fui haciendo muchas pausas y antes de las 17:00 había llegado a Cardona. Allí busqué hospedaje y finalmente me quedé en el cuartel de bomberos.
Había hecho 60 duros kilómetros.

viernes, 11 de septiembre de 2015

2 NUEVA HELVECIA

Pajas Blancas dejó un imborrable recuerdo para mí. El hogar que nos tocó compartir es un paraíso. El lugar y el entorno de la casa lo hacen privilegiado y nuestros anfitriones le dan el toque especial para una perfecta convivencia. 
La casa está situada en un lugar muy tranquilo, sobre un amplio terreno con huerta, muchos árboles y flores. El grito de los teru-teros anuncia nuestra llegada a un hogar que siempre tiene las puertas abiertas. Nos recibe Gabriela con su franca y amplia sonrisa y nos trata como a hermanos. Sus hijos, Fernanda y Gianluca, amorosos. Un hogar donde siempre suena la música que alimenta el alma y allí todo es buena onda y armonía. 

Mis compañeros de viaje decidieron quedarse a disfrutar un día más de este maravilloso hogar, y yo partí hacia Nueva Helvecia donde me esperaba otro Warmshower. La etapa prometía ser dura pues el mapa marcaba 120 km. Fue mucho más dura aún, pues un viento pertinaz azotó desde el suroeste y una componente del viento casi frontal, fuerte y helado me castigó durante todo el camino. El viaje duró 8 horas y 12 minutos (sobre la bicicleta), lo que lo hace uno de los más largos y sufridos de mis pedaleos. 
Por el camino me crucé con una cicloturista austríaca, Astrid Fischer, con la que mantuve un breve diálogo pues hablaba poco el español. 
Supe que ha hecho muchos viajes y que estaba recorriendo Uruguay.
Más adelante, casi llegando a Ecilda Paullier, me detuve en un puesto a la vera de la ruta a comprar un poco de queso. Y una linda sorpresa me dio la señora que atendía, pues llenó una bolsa de frutas y me las regaló. Actos como éste, dan otro sentido a nuestra aventura. 
Finalmente llegué a la casa de mi nuevo anfitrión, Nicolás Celio, y luego de una breve espera me recibió y estuvimos charlando hasta pasada la medianoche. 
Agotado pero contento, acabé esta nueva etapa. 

domingo, 6 de septiembre de 2015

1 PAJAS BLANCAS

Como partida simbólica, mi viaje comenzó en la casa de Eduardo, Graciela y Ricky. 
De allí me desplacé a El Pinar, a mi casa, desde donde mi reuniría con mis compañeros de viaje. No pudo ser porque Nahuel no estaba allí, pero igualmente iniciamos el viaje, el día 5, con Camilo, mi otro compañero de viaje.
Luego de recorrer 45 km y 68 km acumulados, llegamos a Pajas Blancas donde nos recibiría nuestra anfitriona Gabriela Campos. 
Excelente recibimiento. 
Terminamos el día con una cena multicolores preparada por Camilo. 

viernes, 4 de septiembre de 2015

PROYECTO SALVADOR

A 17 meses exactos del comienzo del viaje a Ecuador, nuevamente me estoy poniendo en movimiento para realizar otro proyecto pedaleando sobre mi bici. Se trata del “Proyecto Salvador”, un desafío bastante diferente con respecto a la aventura hasta Ecuador.

Hace 20 años, en mi primer gran viaje en bicicleta, mi amigo José Aguirre y yo cruzamos Los Andes para llegar a Santiago de Chile. En aquella oportunidad, nos planteamos como desafío, además de la distancia inédita para nosotros, el agregado de cruzar la cordillera, ascendiendo a alturas jamás transitadas por nuestras bicicletas hasta ese momento.

En diciembre de 1995 emprendimos el segundo viaje; esta vez hasta Asunción del Paraguay y teniendo como desafío superar distancias aún mayores que la primera vez y soportar las elevadas temperaturas por esas rutas en esa época del año. 1535 kilómetros recorrimos con mi amigo José en tan solo 9 días. Habíamos cumplido el objetivo y ya estábamos pensando en hacer otro viaje aún más atrevido: a Ecuador.

Por circunstancias de la vida, ese viaje se vio postergado hasta 19 años más tarde. Recién el año pasado estuvimos en condiciones de afrontar ese gran desafío de recorrer más de 6000 km montando nuestras bicicletas. Algunas cosas habían cambiado. En esta oportunidad, nuestras bicicletas fueron de tipo todo terreno y no de carretera como las dos veces anteriores. También nuestro modo de viajar fue diferente, pues tratamos de hacerlo lo más autónomos posible. Para ello cargamos dos juegos alforjas, una carpa, sacos de dormir, ropa y alimentos.

Hoy, el destino elegido es Salvador de Bahía. Este viaje, como decía al comienzo, tiene varias diferencias con los anteriores. En primer lugar, José Aguirre ya no será mi acompañante. En su lugar, viajaré con Camilo y Nahuel, dos chicos que ya empezaron su ruta desde Neuquén, Argentina. 

Si bien viajaré en “Rechinante”, mi bicicleta de montaña, con alforjas y toda la carga de autonomía, esta vez utilizaremos en la medida de lo posible, la red de Warmshowers (red de acogida para ciclistas) para hacer nuestro alojamiento más barato.

Otra diferencia es que nos proponemos ir generando ingresos por el camino, ya sea trabajando a vendiendo algo, de manera de gastar lo menos posible de nuestros ahorros. Nuestra intención es que este viaje se pague con lo producido en el camino.
Nahuel es peluquero profesional e irá haciendo cortes de pelo en su peluquería móvil (un carrito adaptado a tal fin que lleva enganchado a su bicicleta).

Camilo es profesor de educación física y practicante de capoeira y yo me defiendo el lo que sea, ya sea fabricando muebles a partir de madera reciclada o te construyo una casa. 


Otro objetivo no menos importante es que estamos incursionando en un tipo de alimentación sana, basada en alimentos vivos, mucho vegetal y frutas. Queremos demostrar que es posible resistir la exigencia de esta prueba con una alimentación que prescinda de la carne, leche y harinas y sus derivados.


Por último, y como objetivo más elevado, el anhelo de contagiar a mucha gente para que se anime a realizar algún viaje similar al que estamos emprendiendo, como forma de ejercer la libertad, combinando ejercicio y dieta sana para cuidar nuestra salud y a su vez conocer las maravillas del mundo y darlas a conocer.