Hoy, con motivo de visitar los atractivos de la zona, nos quedamos en Bonito. El primer destino es la gruta del Lago Azul, de mucho renombre. Para este fin, ayer compramos las entradas, y hoy arrancamos a pedalear los 21 km que nos separan de la gruta, por camino de tierra. La nota discordante la puso el tiempo, que de a ratos llovía y se mantuvo nublado todo el día, haciendo que el camino fuera bastante pesado por el barro acumulado. Pero llegamos a la gruta y la recompensa fue mayor a lo esperado. El espectáculo natural que presenciamos fue uno de los mejores que hayamos observado en todos nuestros viajes. Se trata de una caverna profunda con un lago de color azul al fondo. Las aguas cristalinas dejan ver ciertos minerales en el lecho, que le confieren ese color azul que se intensifica según la incidencia del sol. Las paredes y el suelo están cubiertas de estalactitas y estalagmitas de formas caprichosas.
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