Así lo hicimos y fuimos avanzando por la panamericana, con el mismo paisaje desértico y viento favorable. Nos cruzamos con cuatro ciclistas peruanos, compartimos información y fotografías y seguimos hasta atravesar un pueblo llamado Casma.
Por recomendación de los ciclistas acamparíamos en Playa Tortugas, pero dos kilómetros antes, en el km 392, vimos una obra abandonada sobre la ruta y bajé a echar un vistazo. Gran sorpresa tuve al descubrir que ya había un acampante, un cicloaventurero suizo llamado Max. Con él compartiríamos el lugar luego de que nos informara que en la playa Tortugas no había sitio adecuado para armar la carpa.
Por recomendación de los ciclistas acamparíamos en Playa Tortugas, pero dos kilómetros antes, en el km 392, vimos una obra abandonada sobre la ruta y bajé a echar un vistazo. Gran sorpresa tuve al descubrir que ya había un acampante, un cicloaventurero suizo llamado Max. Con él compartiríamos el lugar luego de que nos informara que en la playa Tortugas no había sitio adecuado para armar la carpa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario