Al otro día salimos muy temprano, intentando enmendar el error. Esta vez llegaríamos a Nentón sin muchas dificultades, pues el camino es quebrado, pero en general no sube tanto.
A las 10 desayunábamos en ese pueblo y nos atrevimos a seguir adelante Así fuimos avanzando y aunque dura la etapa, nos alentaba la idea de llegar a la frontera ese mismo día. Nos tocó un plano de unos 5 km, pero con fuerte viento en contra. Una nueva prueba para mí compañera de viaje. Prueba superada, pero aún nos faltaban 13 km......y durísimos. Subidas muy inclinadas y continuas fue la tónica de los últimos km.
Finalmente, tras 78 km de recorrido y subiendo más de 700 metros, llegamos a Gracias a Dios, ciudad froteriza.
Allí descansamos en un alojamiento de 25 quetzales que nos pareció un hotel 5 estrellas!
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