jueves, 20 de marzo de 2014

EL TALLER DE GOZZI

Hoy nuevamente tuve que esperar que dejara de llover para poder salir. Aun así, temprano me puse en marcha. Recorrí el balneario Los Pinos, luego Fomento y Britópolis que están todos juntos y cuál de ellos más bonito.

Más adelante, y remontando el río Rosario, me encontré con el balneario de Blancarena, muy pintoresco también.


Ya rumbo a ruta 1, vuelve a llover, pero aún así, sigo adelante y me dirijo al pueblo de Juan Lacaze.



Ya entrando en el pueblo, me doy cuenta que algo no va bien en el piñón. Preguntando por un taller de bicicletas, me recomiendan el del Sr. Gozzi. El problema fue un separador de coronas que es de plástico y se había partido. El Sr. Gozzi, con mucha paciencia, me buscó uno y reparó el piñón. Al preguntarle cuánto le debía, no me quiso cobrar, gesto que le agradecí sinceramente. Le comenté lo de nuestra inminente aventura en bicicleta y le entregué una tarjeta.


Con ánimo renovado y por sugerencia del Sr. Gozzi, seguí rumbo a los balnearios de Artilleros y Santa Ana . Muy bellos y tranquilos, por cierto. Aunque a esta altura del año, casi por completo vacíos, como si fuera pleno invierno.

Volví a la ruta 1, a la altura del km 155. Allí me detuve para descansar y comer algo. Faltaba solamente recorrer 25 km para llegar a Colonia del Sacramento, que era el destino que había pensado en principio, pero lo pensé mejor y teniendo en cuenta varios factores, emprendí el regreso desde allí. Pedalee por esa carretera hasta el km 101 y allí instalé mi carpa, a la orilla del un riachuelo. Había recorrido 120 km y se hacía la noche.




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