LOS VIAJES

Al comenzar 1995, es cuando a José le hacen una invitación para ir a Santiago de Chile y como su sueño era hacer un viaje de este tipo en bicicleta es que surge la invitación e inmediata participación de mi persona en el proyecto de hacer este viaje. Por mediación de José, me compré una bicicleta de carretera y luego de un período de entrenamiento y planificación se produce la partida desde territorio Argentino y con destino a Santiago de Chile con el principal desafío de cruzar (y conocer) la cordillera de Los Andes. El viaje se realizó con todo éxito, en 6 días, recorriendo casi mil kilómetros y llegando a Santiago, donde nos esperaba un amigo que nos hizo conocer la capital, Viña del Mar y otros lugares hermosos del país trasandino. El regreso lo hicimos en avión.

En Diciembre de ese mismo año realizamos el segundo viaje. Esta vez partiendo desde Montevideo, hicimos cuatro etapas por territorio uruguayo, una más por territorio brasileño, otras dos en suelo argentino y finalizamos en Asunción del Paraguay el 8 de Diciembre luego de recorrer dos tramos en este país. Totalizamos 1535 km. en un total de 9 días, haciendo un promedio de más de 160 km. por día. Por suerte no tuvimos percances en el camino, pero tuvimos días de mucha dureza por su recorrido y por las altas temperaturas reinantes. La etapa que unió Paso de los Libres con Santo Tomé en territorio argentino, fue la más larga, más de 205 kms, soportando temperaturas superiores a 35 grados a la sombra, pero nosotros rodábamos sobre un pavimento (negro, que absorbe el calor) que sin dudas estaba a más de 50 grados. Como prueba de ello, el agua que llevábamos en nuestras botellas, poco menos que hervía y no la podíamos tomar porque quemaba nuestra boca.
La ruta, como todas, esconde su encanto y en las diferentes etapas de nuestro viaje, siempre encontramos paisajes para maravillarnos y que nos hizo quedar muy satisfechos y con ganas de repetir.
Ya instalados en Asunción, fue de obligada visita, la maravilla natural de Cataratas de Iguazú. Allí fuimos (aunque en autobús) pero la disfrutamos intensamente.